01 septiembre 2014

PALESTINA ERA Y ES

SINAPSIS. LA RED DE REDES. DE AQUÍ Y DE ALLÁ.: Arafat, Mi Viejo, Mi Amigo

CARTA AL SR. OBAMA

LA CARTA HA SIDO ENVIADA A LA CASA BLANCA ( 26/09/2011, 22.:47)

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Rtdo. a los medios digitales

Sr. Barak Obama:
Le ruego la licencia de dirigirme a usted. Como palestino, nací bajo soberanía británica, y hasta la adopción de mi nacionalidad española, he sido un apátrida como tantos miles de palestinos. 
Creo que debo dirigirme a usted además, en mi condición de doliente ser humano, con el propósito de que considere lo que a continuación expongo.
Sr. Presidente, sobre el interminable y sangriento problema que sufrimos los palestinos entiendo que, para solucionar los problemas,  necesitamos un planteamiento veraz, sin imposiciones de parte alguna, puesto que en esencia, los mismos, tampoco deberían estar sujetos a distintos enfoques. La realidad es la que es por más vueltas que le quieran dar. Lo sabemos todos pero tenemos la simpleza de mirar para otro lado. No es cuestión de aplausos ni de simpatías, sino de actuar con la magnífica simpleza de la lógica de la ciencia jurídica.
Si aceptamos el papel de la ONU habrá que hacerlo con todas sus consecuencias pero sus resoluciones deben estar amparados en criterios de la más estricta legitimidad. La resolución 181 que dividió Palestina en dos estados es una muestra de cómo no se debe actuar  y las consecuencias son las que día a día estamos viviendo desde aquel  29 de  noviembre de 1947.

Palestina es la tierra de los palestinos. Sencilla evidencia ¿verdad? De la religión que cada cual practica es asunto personal y no debe serlo de Estado. Tampoco debería tener un dólar la frase acuñada “In God we trust” si nos atenemos a la división de poderes en la democracia.
Es inadmisible que sobre la base de una creencia religiosa se transforme un hipotético derecho divino en uno humano. Ninguna religión puede ni debe ser sostén de un estado como es el caso de Israel.
La verdad y la justicia deben ser amadas siempre aunque le cree enemigos Sr. Presidente.

Sr. Obama, el pueblo palestino no es un pueblo de terroristas ni somos indios sioux, resistimos una ocupación de más de sesenta años. Hemos sido el juguete de estados gobernados por “hermanos”, diana de las mentiras y falsas acusaciones mediatizadas por los comunicadores pagados al efecto por el más rancio sionismo del que es usted una presa de alto valor. Los palestinos cargamos con la responsabilidad de los europeos de haber masacrado a gente por el hecho de ser o pensar de manera  distinta.
No hemos llevado a nadie a cámaras de gas.
Desde la exigencia de tener un estado soberano con todas las bases socioeconómicas necesarias en la década de los  veinte del siglo pasado nos han llenado de promesas incumplidas y se hizo imposible el establecimiento de un Estado por y para todos los palestinos, independientemente de sus creencias. En eso y en otras muchas cosas los palestinos (musulmanes y cristianos) han sido un ejemplo porque somos hijos de decenas de invasiones y la deriva genética nos ayuda a entender a los demás de forma tolerante excepto los judíos que, salvo honrosas excepciones no se mezclan con gentiles. Por ello generan inteligencias altísimas pero también enfermedades degenerativas y/o endogámicas  exclusivas de su etnia  En esto estará usted de acuerdo conmigo por su evidente origen mestizo.
Ha dicho usted que no cabe esperar la creación de un estado en base a una resolución de la AGNU, ¿y en base a qué se creó el estado de Israel? Recordará la resolución 181 de 29 de noviembre de 1947, sin duda.

Para hablar de Paz  habrá de ser de Estado a Estado, ¿no es eso lo que reclamaban los dirigentes israelíes? Ese es el punto y la apuesta de nuestro presidente Abbás.
La diplomacia palestina, y en esto le reconozco a Mahmud Abbás el acierto, solicitando ser admitido como estado 194 en la ONU, juega esta partida de manera habilidosa. Es un jaque a su enrocado eje norteamericano-israelí, cuya política de vaivenes con las revueltas árabes y la desconsideración israelíes a sus propuestas de renacer el proceso de paz, con la puesta en marcha de los derechos palestinos a tener su propio Estado como pueblo que es, ha dejado al eje incluida la triste y nauseabunda  Europa, en una posición muy complicada.
Rechazará usted nuestra propuesta, se retrasará la respuesta en el Consejo de Seguridad hasta límites intolerables y veremos el milagro de pedir que todo cambie para que todo siga igual.
Permítame discrepar con usted respecto a la viabilidad de la solución de hablar de tú a tú con los israelíes. Sabe Sr. Presidente que llevamos veinte años dialogando, ¿palabras mientras el miedo se hace dueño de nuestros hijos? ¿Se puede pedir a quién lo ha perdido todo, hablar con el ladrón que te ha expulsado de tu casa? Pues aún así se han establecido todo tipo de negociaciones, paz por tierras, paz por paz, reconocimientos mutuos, solicitud nuestra de la retirada de la resolución que califica al sionismo como racista....Hablemos pues, pero de igual a igual, de Estado a Estado.
Usted sabe perfectamente que a los sionistas les importa absolutamente nada sus palabras. Ellos van a los suyo, a llevar a término su lema: toda Palestina será Israel y los palestinos se irán a su estado “natural” que es Jordania. Craso error sionista  de partida. De un lazo histórico indudable con Palestina no se elicita un derecho. Es un argumento baladí, tanto como que todos los romanos quieran reimplantar su imperio en Hispania. Y para ello entraron en la Tierra Santa a sangre y fuego tal que Josué. ¿no había gente en aquellas tierras o es que los palestinos venimos de otro planeta?

Todos perderemos pero la verdad debe prevalecer y el elocuente discurso del presidente Abbás ha generado un sentimiento de fuerza y concienciación de nuestros derechos. Nadie sabe como él sobre el proceso de paz. Ha estado en las conversaciones desde noviembre de 1991 iniciadas en Madrid.
Nuestra supervivencia está en resistir al amparo de nuestros derechos, luchar contra el ocupante con todos los medios a nuestro alcance-, y ya sabemos de la inexistencia e nuestros ejércitos de tierra, mar y aire -.
El presidente Abbás ha dicho lo justo y necesario sobre la racionalidad de las leyes internacionales y sobre la base de nuestra proclamación de independencia el 15 de noviembre de 1988. No tenemos una eternidad para rizar el rizo. Lo dicho y firmado públicamente y expuesto ante la ONU dicho y firmado quedó.
La pelota está en su tejado y es usted quién debe ser fiel a sus palabras y a su pensamiento.
Su palabra está en entredicho y para no dar un paso atrás retrasará cuanto pueda la imperiosa necesidad de vetar la resolución en el Consejo de Seguridad. Dos Estados, uno junto al otro, ¿qué hay de su propuesta?
No vamos a llorar por perder una vez más pero de cualquier nube negra caen gotas de agua limpia. 
Esta vez, el presidente Abbás deja un legado para la intrahistoria palestina. Y ya era hora de que diera un puñetazo sobre le mesa; por eso tiene el beneplácito de todos los palestinos, incluido el mío, modesto y humilde donde los haya.
No escondo el hecho de que una importante parte de nuestro pueblo, bajo el gobierno de Hamas viva en la Edad Media al igual que los judíos de Mea Sharin. Deberán y tendrán que entender que la bandera del Islam no puede ser liberadora ni podemos caer en el mismo error de nuestros enemigos creando un estado por y para los islamistas, en definitiva un estado teocrático. Eso es muy grave , y caemos en el viciado círculo de que lo que nace por la violencia sólo se mantiene por la violencia. Israel es el paradigma y no debería ser ejemplo para nadie, ni para pueblos ni para Estados.
La OLP es nuestro único y legítimo representante internacionalmente reconocido. Eso es un hecho incontestable. Hemos pretendido siempre un Estado laico y democrático, y en ello debemos estar todos los palestinos o por el contrario caeremos en el gravísimo error de los sionistas o de los islamistas.
Estamos por una resistencia pacífica. Pero podemos caer en el desquiciamiento después de una perpetuada frustración y eso es lo que desean los extremistas.
Hay que liquidar la corrupción en las filas de la ANP, es nuestra obligación ser honestos. Y no debemos olvidar que Hamas ha hecho y dicho lo que quieren ver y escuchar los palestinos. Hay que cambiar ese estado de cosas y debe pasar inexcusablemente por actos israelíes que den testimonio de buena voluntad y llenar los vacíos estómagos de los gazauis y llenar sus sueños de esperanza.
Mientras el argumento del miedo esté presente entre los israelíes se valerán del mismo para levantar muros y cavar fosas que los separen del mundo. Es una cuestión de confianza y eso sólo se alcanza dialogando en pie de igualdad.

Esta vez, Sr. Obama, su administración, el lobby judío, la triste Europa y quienes nos niegan el pan y la sal de nuestros derechos inalienables han quedado al descubierto.
Estamos acostumbrados a perder pero sabemos que el tiempo juega a nuestro favor, aunque tengamos que seguir poniendo más cadáveres sobre  nuestra ensangrentada tierra. Esa tierra es nuestra y allí está nuestra patria y sobre ella crearemos un Estado que se siente con la misma dignidad que todas las naciones libres.
 “Cada vez que por ti luché te amé más. Palestina, no hay nada más querido....” (Abú Salma).
Debemos seguir en la lucha, paz a quién la quiera de verdad y no responda con el silencio o con las armas a las propuestas escritas de tender nuestras manos. Ni nos desocupan nuestras tierras ni nos anexionan. Ellos saben que están tardando demasiado y que la única supervivencia posible para los judíos es la coexistencia con un estado palestino. Están rodeados de millones de árabes que en cuanto sientan el aire fresco de la libertad en sus caras,- una vez destronados los sátrapas que los han gobernado-, Israel tendrá un grave problema con sus hasta ahora “amigos”, Egipto, Jordania, Turquía.......

Israel debe abandonar los territorios ocupados desde la Guerra de los Seís Días de 1967, derribar el vergonzante muro y delimitar sus fronteras de mutuo y justo acuerdo. Cumplir las resoluciones de la ONU, todas, les guste o no. De no ser así proseguirá la lucha por la liberación de Palestina hasta el final. Y esa liberación no debe ser violenta pero nos asiste el derecho de la legítima defensa y en ambos pueblos hay gente dura de cerviz.
Hay mucho sobre lo que hablar pero poco tiempo para actuar.
Hamas terminará entendiendo, no le queda otra.
No deje pasar esta oportunidad, Sr. Obama. No imponga veto ni retrase el reconocimiento del Estado de Palestina.
Le deseo lo mejor a usted y al pueblo multiétnico de los Estados Unidos de Norteamérica partiendo de la base de acciones dignas del premio Nobel de la Paz que le fue concedido. Demuestre que fue y es merecedor de tan alto galardón.
Respetuosamente,
Carlos Juma
Ex presidente y Cofundador de la Comunidad Palestina en Canarias
En Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias-España) a cuatro de octubre de 2011